El amor es...

Muchos han intentado hablar del amor... Aquí voy yo, contra las sugerencias de Rilke, a intentar hacer lo mismo.

Un texto escrito de prisa, sin cuidar formas o ritmos, después de una tarde de divagación.

_____________________________________

El verdadero amor no está en vivir eternamente abrazados

No se le encuentra en un beso largo, fuerte y apasionado, ni en un cambio total y radical

El amor no exige ni sacrifica al cien por ciento

Tampoco es todo miel, dulzura y entendimiento

El amor es mucho más que todo ésto

Es una decisión, de dos seres libres y completos

Es un sentimiento, causado por mil y un motivos, que son a veces tantos que parecieran ser ninguno

Es una chispa entre dos almas verdaderamente grandes y humanas

Es soplo, motivo, y causa de vida

Es y finalmente, no es, pues ni yo ni nadie podrá algún día reducir a certeras palabras esa fuerza que ha movido montañas.

Tocar vidas

Muchos nos conocen en vida, pero ¿A cuántos marcamos de por vida? Y de esos pocos, ¿a cúantos para bien?

________________________________

Tocar vidas no es sólo regalar hoy una moneda, mañana una sonrisa y al día siguiente un consejo.

Tocar vidas es algo profundo, algo que tiene que ver con una fuerza que viene de adentro.

En este texto hablaré sólo de las pocas veces en que ayudas con tu presencia... De las veces que lastimas por quien eres, de ésas hablaré más tarde, por ser un tema más extenso y doloroso.

Tocar una vida puede ser sembrar...

puede ser poner dentro de alguien el inicio de un valor, la idea de una buen acción, el timbre que hará ruido cada que se esté saliendo del camino.

Puede ser alimentar una semilla que ya estaba puesta, hacerla germinar. Como ser la chispa que inicia la reacción.

Y puede ser también apoyar a quien ya ha hecho crecer dentro de sí una virtud.

Pero tocar una vida nunca es construirla, tocar es sólo eso. Que algo como ésto funcione depende más de la otra persona que del que marca.

_________________________________

A veces tocamos sin querer, o sin saberlo...

Morir... En verdad se ha de tomar a la muerte tan a la ligera?

Algo bueno es aceptar que nuestras vidas tendrán un fin, y que las de los demás también han de terminar, pero ¿Qué tan bueno es hundirnos en esas ideas? Jugar con sus variaciones, imaginar escenas, crear seres que la desafíen o se burlen de ellas...

Cierto, obligan a reflexionar, pero, realmente, qué tan útil será reflexionar de una forma tan retorcida?

Es cierto, la muerte es algo natural, pero, como a la vida, ha de ser respetada.

Dentro de 100 años...

...Dentro de 100 años ni tú ni yo seguiremos aquí, habremos desaparecido. Quedarán sólo nuestras huellas, nuestras palabras, nuestros actos, nuestras vidas impregnadas en cada vida que tocamos...

Ya no escribo

Escrito en noche de melancolía...

________________________

Ya no escribo, no porque a la mente le falten ideas, o sentimientos al corazón. He abandonado a la pluma y traicionado al papel porque tal parece que las palabras se han vuelto insuficientes para hablar de mi dolor.

Las lágrimas se agolpan ante mis pupilas, deformando todo lo que intento ver, ocultando el hueco que ha de estar por aquí, ese milagroso agujerito que seguro ahora deja entrar luz a mi vida.

Debe estar en algún lugar por ahí, pero yo no lo encuentro, y he de vivir así.

Querida luna, musa que en mis noches de quejas y lamentos te mezclabas con mis versos y sanabas mis heridas, te abandono hoy y dejo a tu cuidado todo lo que alguna vez escribí.

Pluma que, idolatrada por mis dedos, danzabas sobre el papel, a ti te regalo el amor que algún día le profesé.

Y prístina hoja, ingenua dama que se limitaba a aceptar mis mentiras y callar el propio dolor, a ti te dejo por recordarme mi propio pecado, condena y resignación

Adiós

__________________________

Un texto más, de esos que salen de mi pluma sin causa o motivo. No, no me siento así, pero así se sintieron mis dedos al escribir.

Olvídame

De cuando murió la esperanza...

________________________________

Olvida mi nombre, mi rostro, mi voz y mi silencio...

Olvídame que yo ya muero

Olvida la mirada llena de alegría, que mis ojos ya no ríen

Olvida el saludo diario, que ya mi garganta sólo juega a odiar

Olvida la fuerza que a diario me levantaba, de ella queda apenas nada

Olvida la fe y la confianza, que la realidad ha matado ya toda esperanza

Olvida, olvídame, borra mi recuerdo y no me esperes más, ya no vuelvo

Ya no soy yo.

Soy ella, la que vivía en mi cabeza y se adueñaba de mi mente a cada instante.

la que hoy por fin se robó mi cuerpo.

_________________________________

Lo sé, un texto inmensamente depresivo y sin sentido, pero al fin, texto