miércoles, 12 de mayo de 2021

Tres llantos

 Los tres llantos que, al menos hoy, no fueron:

1) Apenas amanece. Estoy sentada en mi cama, con la pijama puesta y un gato a los pies. Son las 6:00 am pero mi computadora está encendida, balanceándose precariamente sobre mis rodillas. Una presentación, tres hojas de cálculo, y la ventanita con mensajes. Prendí una veladora y no hubo tragedia, pero en la garganta se me agolpan las lágrimas.

2) Mediodía. Ropa de ejercicio, pies descalzos, video en la pantalla. De fondo, la jefa de Gobierno y el director del CAVI. 40 mil pesos por muerto. 650 mil más en unos meses. Lagartijas, sentadillas, un sollozo, gotas saladas, pero ninguna de mis ojos.

3) Hora de la comida: arroz, huevo y sopa de tortilla. Drexler pide una noche de asilo y yo suplico por un respiro. Sigue sin llover.

El pilón:

Cinco mensajes en mi celular, y yo vuelvo a preguntarme por qué no lo denuncié. Mariana me recuerda que no le debo nada a nadie. Busco refugio en la poesía de Mon. Bálsamo. Espejo. Esperanza. Aún no hay llanto. Mañana bailaré frente al espejo y haré que, por fin, llueva.