lunes, 27 de septiembre de 2010

He escrito

Flor y canto...


Pequeño texto escrito después de mucho tiempo de no escribir algo que me convenciera... Y justo antes de otros 3 textos más :)


_______________________________________

Ayer llovió sobre esta hoja... Anteayer angustia, miedo y culpa la bañaron de sal y agua.... Hace un mes que yace empolvada sobre el viejo escritorio a lado de la ventana. Y yo a diario empuño la pluma y la obligo a posarse atenta sobre el amarillo tormento que es bullir de ideas y no encontrarles salida.

Hoy, por milagro de una fuerza que me domina, al tomar pluma y mirar la hoja, sin que lo pensara, sin que lo supiera, letras abrieron su azul camino en la hoja amarilla, como agua que se derrama en la tierra después de la sequía.

¡Qué delicia es fluir como la tinta! ¡Qué placer saborear cada palabra que se pinta, juguetona, sobre la hoja vacía!

Me detengo un instante, releo... Un escalofrío acompaña a mi suspiro de alivio. Por fin, después de mucho, he escrito.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Caricia





Inspirado en una imagen hermosa, seductora... y triste.

Escrito sobre todo por el gusto de escribir, aunque también, por el deseo de delatar la hipocresía que hay detrás de gestos simples.



_________________________________

En una caricia, la piel ansía conocer. En una caricia los cuerpos se invitan a entender..

El cuello de ella, delgado y blanco, se arquea suave, deliciosamente, esperando un roce más de sus dedos morenos y fuertes

Él recorre su piel lenta, provocativamente. Olas de dulce frescor la inundan. La piel de ella florece, intentando enredar con su aroma a los dedos que exploran.

Ella cierra los ojos apreciativamente. Él sigue, pícaro y travieso, jugueteando con su cuello y su pelo.

De pronto llega él, el otro, el que a ella sí que la ha besado.

El encanto se rompe dolorosa y angustiosamente. La caricia cesa.
La culpa se divierte abriendo los ojos de ella, dibujando una sonrisa falsa en el rostro de él...

La chica entonces se levanta y planta un beso frío en los labios de su novio, sabiendo que su piel no debió dar flores para las manos del otro, recordando culpable y ansiosamente el placer de sus dedos canela danzando cuello arriba, cuello abajo, espalda arriba, espalda abajo...

viernes, 3 de septiembre de 2010

Miento




Escrito así, sin ganas, de un sólo tirón y sin corregirse., hace ya año y medio... Publicado por error, eliminado a las pocas horas y ahora vuelto a publicar porque... Porque sí y ya



_________________________

Hoy no tengo ganas ni de escribir... Ni siquiera de transcribir... Y aún, así, como no tengo ganas de detener a mis dedos, dejo que pulsen teclas como sea que quieran pulsarlas... Total, tampoco tengo ganas de leer lo que sea que decidan transmitir

Voluntad... A diario pido una pequeña dosis de ella... Pero hay días, como hoy, en los que pareciera que la dosis diaria no basta.. O quizá no tuve la voluntad suficiente para tomarla...

Sea como sea, me faltan ganas para hacer cualquier cosa

Ya ni quiero contar por qué me siento así, pero quizá mientras que este texto se siga escribiendo (porque les juro que no soy yo quien escribe) salga la verdad, se entienda por qué me siento así.

La verdad es que, después de haber corrido, reído y jugado todo el día, no tendría por qué sentirme así... Pero así me siento

Quizá tenga relación con los pies mojados y fríos, o con los ejercicios diarios de matemáticas que debería estar haciendo en este momento, pero, ya que no tengo ganas de nada, mis pies seguirán empapados y los ejercicios de matemáticas sin resolverse... O quizá desganada como estoy, por no tener ganas de hacer otra cosa, termine haciendo justo lo que debo hacer

Quizá tenga que ver con la jarra vacía a mi lado, la que quiero llenar, pero no, no tengo ganas de tomar... O quizá, quizá, sólo tal vez, tenga que ver con esa llamada que, en realidad, no esperaba, pero que contesté

Contesté y escuché su voz... Hablamos por minuto y medio de cosas sin importancia, y después pronuncié esa palabra que él odia, y que a veces yo también odio pronunciar... Ustedes saben, la que empieza con "o", termina en "e" y tiene una "y" en medio

Ambos sabemos que esa es la clave para que al instante siguiente yo empiece a terminar la conversación

Quizá sea eso.... Quizá no... Ya no tengo ganas (nunca las tuve) de escribir, ni de pensar, así que no me preocuparé por entender lo que me está haciendo sentir así

Sin embargo... Sé que la culpa la tiene el sonido que sólo había escuchado de su lado de la línea una vez antes de ésta.. Sí, al sonido del teléfono al cortar la llamada, a ese, a ese le debo el sentirme ahora tan desganada

Ah... Lo cierto es que ganas tengo... las tengo de tomar el teléfono de nuevo, marcar su número y explicarle, sea lo que sea lo que tenga que explicarle... Las tengo de tomar el próximo autobús que pase y tocar a su puerta lo antes posible, las tengo de robarle un beso, ese que hoy no pudimos darnos, las tengo de escuchar de su voz un "te quiero" o de por lo menos tener la certeza de que todo está tan bien como siempre...

Pero, aún si tengo ganas de hacer todo ésto, no lo haré... No por el momento

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Deseo






Desempolvando un texto escrito hace ya poco más de 2 años....




_________________________


Los deseos puramente carnales, pasan... Y usualmente, pasan con extrema rapidez. Pero también dejan una pequeña marca que quema de vez en vez.

A ti, el que por días me hizo desear lanzar todo al aire y liberar el fuego que me abrasaba en un abrazo largo, a ti te digo que ahora ni un roce de tus labios en mi piel desnuda (roce que jamás tuvimos), ni eso reviviría en mí la pasión que antaño sentí.

Y a ti, el que a todos habló de mi supuesta belleza, el que al estar conmigo (y con otras) buscaba trazar innumerables líneas recorriendo piel casta con dedos impuros, a ti te digo que estoy segura que ahora, ya ni siquiera me recuerdas.

La carne muere, el deseo por la carne muere también, y ahora que deseo a otro, regreso a los dos anteriores para robar fuerza y voluntad de las tumbas de los deseos ya sepultados.

Los deseos puramente carnales
pasan,
mueren,
se destruyen,

pero no se olvidan