martes, 15 de septiembre de 2020

¿Quién te dio esa fuerza de pájaro?

 ¿Qué se hace con el dolor? ¿Dónde se guarda?

A ti te amo desde ahí, desde el dolor profundo

amasado desde mi infancia

templado en mi juventud

afilado como aguja y manso como lago.

Te amo desde la herida en el pecho,

desde la marca de un beso en el huesito izquierdo de la cadera

desde el melancólico extrañarte que me paraliza los dedos...

Y te amo hasta allá, hasta el dolor de la muerte

La muerte amor, de la que hablamos tanto

A la que quieres entregarte, al menos antes que yo

La muerte que ya me duele a mí 

la que me quiebra cuando veo a una viuda despedirse de quien ama

la que se me agolpa en las sienes de tarde en tarde

Dios te dio la fuerza de un pájaro y su número para que le hables diario

Tú le hablaste y le pediste morir primero, 

para no sentir esto que yo ya veo venir,

aunque aún falten decenas de años.

Me dolerás todavía muchas veces

Y cada vez, me extasiaré en mi daño


Itálicas robadas del poema "Amor" de Susana March


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