Pequeño discurso escrito hoy... hacía tiempo que no escribía así.
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Una idea peligrosa: La escuela no sirve
Y vino de una mente lúcida, de una persona comprometida, de un ser responsable.
Vino de aquél chico especial que todos hemos conocido alguna vez. El que en clase tiene todas las respuestas, está siempre en cuadro de honor y es visto con cariño y respeto por los maestros
A primera vista, pareciera que la idea es cierta. La historia no ha podido aún salvar a la humanidad, derivar e integrar a pocos les sirve en la vida real, y si me dedico a la sociología, poco sentido tiene conocer el ciclo Calvin-Benson.
Pero lo cierto es qeu, muchas veces, lo que aprendemos no tiene el propósito que pareciera. Aprendo historia para entender las relaciones de poder en mi propio salón de clases, derivar agiliza mis pensamientos, facilitando otros procesos, y entender la fase oscura de la fotosíntesis genera estructuras mentales. Todo lo que vemos ayuda a valorar y entender el mundo en el que vivimos, directa o indirectamente.
La escuela es además una de las mayores fuentes de relación aprendizaje social. Es ahí donde entiendes que no todos son amigos o enemigos, donde confías, eres traicionado y te enamoras, donde descubres que hay muchos tipos de compañeros, y aprendes a conseguir lo que te importa. Ahí es donde juegas a vivir en la sociedad real.
Y sobre éstos objetivos, está el objetivo principal de una educación tan variada: Abrir un verdadero abanico de oportunidades; una caja de colores de la que es posible escoger aquél que más se nos parezca.
La escuela es útil. Es la base de la sociedad, de la sociedad que avanza, crea y mejora, es cuna de seres libres e integrales, es en fin, analista, juez, ayudante, creadora y creación de la humanidad.
