Retrato de Javier Sinco

Un texto escrito al empezar la prepa, rescatado hace unas semanas y publicado ahora porque cambié mi idea de su destino...

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Javier Sinco no es ni el chico más apuesto ni el más indiferente. Indiferente... Esa palabra es la que menos le queda.

Su figura está bien moldeada: Espalda ancha, abdomen plano, piernas fuertes y brazos a tono. ¿Su rostro? Detrás de la piel blanca, un poco tostada por el sol, se dibuja una cara armoniosa, quizá con una nariz demasiado angular. La enmarca un poco de cabello negro mediano y siempre acomodado. La piel está moteada por brotes de acné que, por extraño que parezca, no la afean.

En cuanto a sus ojos, son dos esferas de chocolate hundidas entre pómulos y nariz.

Y su personalidad... ¿Cómo describirlo? Es un Sol, que si lo desea, puede atraer a todos los que le rodean, pero sólo si lo desea. A veces se retrae, apaga todo su brillo y se camuflagea en el inmenso mar de personas. Si ríe, provoca sonrisas, si calla, la paz le rodea.

Adora sentirse vivo, activo y libre y sólo se somete a la enseñanza por creer que quizá pueda aprender algo útil.

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Quizá sea el inicio de una nueva sección: Retratos =D

Aún no lo sé... ¡Saludos a todos!

Te escribo...

Publicado gracias al comentario y consejo de un amigo...

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Va un texto pensado desde hace tiempo y escrito por fin para alguien que seguramente no imaginará el destinatario...

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¡Hola!
Te escribo a ti, sí, a ti, quien con una sola frase pudo ahogarme un poco más en mi dolor, quien en vez de tender la mano cuando yo gritaba su nombre me pisó para hundirme aún más, quien cree ser la única víctima, quien jamás entendió todo lo que pasé...

Te escribo hoy para decirte lo mucho que me dolieron tus silencios, tus parcos comentarios, tus intentos de distanciamiento, tus palabras... Pero sobre todo, tu dolor.

Te escribo ahora para confesar que me duele tu dolor, me duele tu sufrimiento, me duelen tus lágrimas... Me preocupan tu vida, tu mundo,tus luchas, tus sentimientos y lo poco que he llegado a saber de tus pasos.

Te escribo de nuevo para confesar una cosa más: Me alegran tus triunfos, los que jamás dudé que tendrías, me alegra escuchar de ti con respeto y admiración y no con desprecio...

Te escribo en fin porque ya es tiempo de que me despida de toda la culpa, todo el dolor, todo el remordimiento y la decepción que me causé sabiendo de ti, porque ya me toca dejar atrás esta carga que me impide caminar, porque es así, escribiendo, como me siento mil veces mejor.

Con cariño siempre, para ti

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A que fue muy personal =D Lo fue, pero tenía que decirlo...

Y ahora dejemos a las imaginaciones correr, quizá alguien encuentre al destinatario, quizá nadie lo haga... Quizá ni siquiera lo haya =D

Quiero, puedo... intento

Una texto escrito hace unas semanas... Ya contesté a la última pregunta, y la respuesta es: Lo intento.

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Puedo escribir los textos más tristes ésta noche. Escribir por ejemplo "Llora a lo lejos el amigo por el amor que ve perdido" Puedo dejar volar a la pluma para que le haga compañía a aquél que teme a la soledad.

Puedo también plasmar en papel tres frases de dolor para torturar a mi ya muerto corazón.

Puedo... pero en realidad no lo quiero así.

Quiero que de mi pluma manen ríos de palabras, torrentes de emociones, avalanchas de ingenio... Una inmensidad de belleza.

Quiero, pero en realidad no puedo.

¿Qué es entonces lo que quiero y puedo?

Puedo escribir lo que pienso y dejar que la tinta corra por la hoja. Quiero que alguien lea lo que escribo y que ésto toque (aunque sea un poco) su vida. Sé que puedo lograrlo. La duda ahora es...

¿Me atrevo?

Escribir sin rumbo

Son las 10:31 y yo estoy aquí sentada tecleando sin sentido. Lo confieso, me he quedado sin ideas (o me niego a compartir las que tengo en éstos momentos) pero tengo un deseo irrefrenable de escribir.

Pero ¿de qué escribir? ¿Qué tal si dejara a mis dedos transmitir letras, palabras y frases sin sentido? ¿Qué dirían ellos?

Amor, silencio, tranquilidad, suspiro, amanecer, pasión, oscuridad, fuerza, voluntad, talento, corrección, verdad, vida, culpa reprimida, dolor anestesiado, alegría desbordante, distancias infranqueables, finales deprimentes, destino inexistente, causa y efecto, hastío, esperanza, compasión, belleza y fuerza....

¿Saben? Escribir así, sin rumbo libera... Quizá algún día vuelva a leer éstas letras y descubra qué era lo que pasaba por mi mente, porque hoy ella se ha declarado en huelga; no quiere ayudarme a entender la relación de todo ésto. ¿Alguien encuentra alguna?

Duelo

Después de un rato de no escribir...

¡No olviden comentar!

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Duelo...

¿Qué te sugiere la palabra? ¿Acaso no llega inmediatamente la imagen de dos caballeros cruzando espadas? Los pies ágiles se mueven en círculo, las manos aferradas a las empuñaduras, los ojos frenéticos y calculadores a un sólo tiempo, la respiración agitada y cada rasgo del cuerpo emanando orgullo y altivez.

Pero en realidad, mi texto no pretende hablar de espadas y honor.

Muchas veces se le llama duelo al periodo que pasamos los seres humanos tras un cambio... (Cambio va desde cambiar de casa hasta perder a alguien querido) Díganme ustedes ¿Qué es el cambio si no la lucha entre la tristeza de la pérdida y la alegría, alivio o esperanza que pueda traer éste cambio?

Ésto es un duelo entre dos adversarios poderosos, y como todo duelo, causa dolor. Armémonos entonces de valor, permitamos que los adversarios luchen hasta la muerte, pero hagamos que sea la tristeza la que muera para que quede entonces como un simple recuerdo.

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¿Y por qué este video? Porque Peter Pan cayó cuando era la tristeza la que lo dominaba, pero finalmente fue su alegría de vivir, su esperanza, la que le hicieron levantarse, seguir la batalla y ganar en el duelo.