Inspirado en una imagen hermosa, seductora... y triste.
Escrito sobre todo por el gusto de escribir, aunque también, por el deseo de delatar la hipocresía que hay detrás de gestos simples.
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En una caricia, la piel ansía conocer. En una caricia los cuerpos se invitan a entender..
El cuello de ella, delgado y blanco, se arquea suave, deliciosamente, esperando un roce más de sus dedos morenos y fuertes
Él recorre su piel lenta, provocativamente. Olas de dulce frescor la inundan. La piel de ella florece, intentando enredar con su aroma a los dedos que exploran.
Ella cierra los ojos apreciativamente. Él sigue, pícaro y travieso, jugueteando con su cuello y su pelo.
De pronto llega él, el otro, el que a ella sí que la ha besado.
El encanto se rompe dolorosa y angustiosamente. La caricia cesa.
La culpa se divierte abriendo los ojos de ella, dibujando una sonrisa falsa en el rostro de él...
La chica entonces se levanta y planta un beso frío en los labios de su novio, sabiendo que su piel no debió dar flores para las manos del otro, recordando culpable y ansiosamente el placer de sus dedos canela danzando cuello arriba, cuello abajo, espalda arriba, espalda abajo...
4 comentarios:
Triste. Triste y cierto. ):
En una caricia se puede decir mucho, y callar aun mas. Muy buen texto me encanta todo lo que escribes. Besos.
Tienes una gracia para relatar lo vulgar, lo prohibido de una manera tan sutil, encantadora y hermosa.
Yo te amo por eso y por mucho más.
...che vieja la del texto! jajajaja
aaaaay....
pero que dificil es encontrar caricias así...
Por qué no corre hacia él?
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