miércoles, 1 de septiembre de 2010

Deseo






Desempolvando un texto escrito hace ya poco más de 2 años....




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Los deseos puramente carnales, pasan... Y usualmente, pasan con extrema rapidez. Pero también dejan una pequeña marca que quema de vez en vez.

A ti, el que por días me hizo desear lanzar todo al aire y liberar el fuego que me abrasaba en un abrazo largo, a ti te digo que ahora ni un roce de tus labios en mi piel desnuda (roce que jamás tuvimos), ni eso reviviría en mí la pasión que antaño sentí.

Y a ti, el que a todos habló de mi supuesta belleza, el que al estar conmigo (y con otras) buscaba trazar innumerables líneas recorriendo piel casta con dedos impuros, a ti te digo que estoy segura que ahora, ya ni siquiera me recuerdas.

La carne muere, el deseo por la carne muere también, y ahora que deseo a otro, regreso a los dos anteriores para robar fuerza y voluntad de las tumbas de los deseos ya sepultados.

Los deseos puramente carnales
pasan,
mueren,
se destruyen,

pero no se olvidan

3 comentarios:

Jhon dijo...

Me encanto!

Devendrah dijo...

Los deseos carnales queman, por eso no se olvidan. Dejan su marca y permanecen. Bello desempolvo.

Cariño dijo...

Oye! Este no lo había leído! Woooow me encantó, hablaremos de eso...
Te quiero!!!