Visita al DF

Vaya! Hoy he visitado el DF (en realidad sólo una mínima, mínima parte de éste) y he regresado con mucho más de lo que llevaba.

El viaje empezó en la escuela, donde esperamos al camión como media hora en el frío. ¿No suena divertido verdad? Bueno, honestamente, sí lo fue =D, al menos para mí, porque como estábamos todos ahí me mantuve bastante ocupada cantando y riéndome de mis amigos (¿Cómo sería la vida sin mis amigos?)

Cuando por fin llegó el camión enfrentamos un viaje de un poco más de una hora (creo jeje) hasta el museo del Templo Mayor. La verdad es que el camino en este paseo no fue tan bueno como es normalmente, pero me la pasé bien de todos modos. Hicimos un pequeño relajo saludando a la gente que estaba en la calle, y hasta algunas conquistaron a chavos de otros camiones jajajaja.

Llegando al Museo (¿Tampoco suena divertido ir 2 horas a ver piedras verdad?) Nos encontramos con ruinas incomprensibles y un montonal de cartelitos sin sentido. Lo bueno es que el guía era bastante bueno. Nunca me aburrí. Me impresionó todo lo que sabía, y era genial la manera en la que lo explicaba. Hacía mucho (4 años para ser exacta) que no aprendía tanto de Historia en tan poco tiempo.

Algo que me gustó bastante y me dejó pensando un buen rato fue el haberme encontrado con un grupo de búlgaros dentro del museo. ¿Cómo supe que eran búlgaros? Preguntando. No es que sepa búlgaro, pero gracias al cielo había una mujer que podía hablar francés y un poco de español, eso bastó para la comunicación. Me encantó que cuando le pregunté qué es lo que hacían en México me respondiera ¿y por qué no? Me dijo que les gustaba mucho mi país (nuestro, si es que compartes esta tierra) y que de verdad disfrutaban estar aquí. Me encantó eso. Después de platicar con ella, me quedé con más que un simple recuerdo... Los búlgaros (o al menos las mujeres que conocí) son bastante amables.

Terminando la visita al museo nos dejaron libres por 10 minutos (quizá un poco más) en el Zócalo. Fue bastante divertido. Nunca había estado ahí sin mis papás, así que sentir la libertad de correr y gritar realmente hizo que me emocionara. A esto podemos agregarle que nunca había intentado cruzar de Palacio Nacional al Zócalo, así que "torear" a los carros me hizo sentir bastante bien (gracias a Dios, existe la adrenalina). Aunque es bastante tonto, esos 10 minutos los gastamos cruzando hacia el centro del Zócalo y de regreso.

Regresamos a reunirnos con todos, y me encontré con que a una de mis amigas la habían albureado... Debo decir que esto me molestó bastante, aunque sabía que eso iba a pasar tarde o temprano. Precisamente porque ya me lo esperaba, no tuve más opción que reír, o por lo menos sonreír (ya no recuerdo muy bien mi reacción jeje) ¿Y por qué reír? Porque todas (o la mayoría de las niñas en la escuela) estamos bastante mimadas, nunca nos hemos enfrentado seriamente a algo así. Todos los niños que nos rodean son bastante corteses y caballerosos (incluso los más odiosos) y sobrereaccionamos a algo que muchas ya toman como normal.

Más tarde otra de mis compañeras llegó casi llorando y temblando porque resulta que los 400 pueblos se estaban manifestando, y al ver a tanta gente desnuda, mi amiga no supo ni cómo actuar. Obviamente esto me hizo reír aún más. Ojo, no de mi amiga,si no de su reacción, y de confirmar mi teoría.

Incluso yo, que se supone que iba preparada, me quedé de piedra cuando un chavo qeu iba pasando me llamó por mi nombre. Por suerte, uno de mis amigos me recordó que no debía ponerles atención. ¡Qué gusto me dio saber que contaba con alguien que sabía más que yo y que podía mantenerse frío incluso cuando yo quería actuar de otra manera!

Subiendo al camión y avanzando un poco nos encontramos con la manifestación de la que ya había hablado. No me asusté al ver tanta gente desnuda, pero sí que me hizo pensar. Esa gente está ahí por algo, no vino desde Veracruz a desnudarse a México sólo porque quiere que la admiren (honestamente, creo que no vi a una sola persona que valiera la pena). La protesta era contra el ex presidente del partido "Convergencia" ¿Fue justa la protesta? no lo sé, sólo sé que debe ser algo bastante importante como para hacer que las personas lleguen a medidas tan extremas para ser oídas ¿Por qué no puede el país escuchar cuando se le habla con palabras cuerdas, y debe llegar a extremos?

Más tarde platiqué un poco (un mucho) con el director de mi escuela (en realidad, el dio un monólogo, y yo fui el único auditorio de la obra). Platicamos de muchas cosas que no voy a mencionar, pero hay otras que quiero compartir: Me hizo darme cuenta de la riqueza que tenemos en México (cosa que ya venía pensando desde que inició la visita al museo) Es decir, en tan sólo algunas cuadras de la Ciudad de México puedes econtrarte con actividades culturales suficientes como para mantenerte ocupado y aprendiendo durante por lo menos 5 días. ¿De dónde sacamos tanta cultura? De nuestras raices, de nuestro pasado y el del resto de la humanidad, y de la creatividad de estas últimas generaciones.

Como dije antes, hoy salí con más de lo que llegué, y para aquellos que ya leyeron mi choro y aún no entienden a qué me refiero (sé qeu puedo divagar mucho a veces), hoy aprendí esto (y muchas cosas más que no tiene mucho sentido agregar):

1.- Es útil lo que aprendo en la escuela
2.- Los extranjeros adoran México (no todos, lo sé, pero sí muchos)
3.- La Naturaleza es bastante inteligente, nos da todo lo qeu necesitamos para ser completamente felices, sólo debemos aprovecharlo y usarlo sabiamente
4.- Aún existen los caballeros en este mundo (y estoy segura de qeu por lo menos en mi grado hay más de 8)
5.- Es mejor concentrarse en lo qeu nos hace reír, y no en lo que nos haría llorar, gritar o golpear
6.- Necesitamos mejorar, me refiero a todo, al país, las personas... todo. Aunque creo que ya hemos empezado
7.- Nuestro país es hermoso, y yo no lo conozco aún
8.- Yo puedo elegir qué es lo que quiero ser y cómo quiero ser recordada. Sólo debo recordar siempre que yo tengo ese poder y sólo yo tengo la culpa de no lograr conseguir mis metas
9.- No puedes ayudar a quien no quiere ayuda
10.- Las situaciones duras pueden hacerte crecer o hundirte por completo. Gracias a Dios, conozco a mucha gente que ha logrado lo primero, y me alegra especialmente saber que hay personas de mi edad que han pasado no por una, ni por dos, por muchas situaciones bastante fuertes y ha crecido y madurado ante ellas
11.- Amo la vida, amo la música, amo el arte y a la belleza; amo a los humanos, a las ideas y a la razón. Estoy enamorada de todo lo que implica estar viva

Gracias lector, si haz llegado hasta el final de lo que he escrito, y si nadie logra leer estas líneas, sé qeu al menos tendré en qué apoyarme cuando la fuerza me falte