jueves, 6 de diciembre de 2007

Decepción

¡Cuánto me duele cuando alguien a quien creía distinto, admirable, me muestra que no lo es!
Recuerdo que de pequeña pasé 5 años de mi primaria soñando con ser novia de uno de mis mejores amigos. Después de un tiempo, noté cuánto había cambiado. Se derrumbó. Abandonó toda su personalidad, descuidó su inteligencia, se obsesionó con cosas poco importantes... Y yo aún no entiendo a donde se fue mi caballero.
Hoy, hoy me di cuenta de que en la persona en la que yo veía alguna luz de esperanza para un país que cada vez necesita más ayuda, están los mismos defectos que tanto han dañado a mi patria. No hablo de López Obrador, o de Colosio, o de cualquier otra persona conocida. Me refiero a uno de mis amigos que está consciente de los problemas que desangran a México.
Qué triste fue notar hoy, con una sola de sus respuestas, que es capaz de ser tan corrupto como lo fue nuestro querido presidente Fox. Sólo me queda el pensar que en realidad mintió, que en realidad no contestaba con la verdad, sino con la respuesta que lo volvería más popular.
Más tarde le pregunté una vez más si de verdad lo haría, le hice saber que me había lastimado y el me dijo que por mi no sería corrupto. ¡¿Cómo puede decirme eso?! La corrupción se cambia por conciencia, no porque alguien más te lo pidió. No tiene sentido ser honesto en apariencia si tú sabes que en realidad no eres así, que habrías actuado distinto. ¿Qué pasará entonces cuando yo deje de ser importante para él? ¿Cuando decida que hay cosas más importantes que una niña a la que conoció en la primaria? ¿Hasta entonces se volverá corrupto? Corrección, hasta entonces hará notorio este punto de su personalidad.
Una vez más, dejo un texto mal escrito, que no tiene final, y que de todos modos no pienso publicar. Lo dejo porque quizá algún día necesite leerlo de nuevo... quizá esto me haya enseñado algo. O tal vez podré volver al texto para reírme de mi estupidez... aún no lo sé.

No hay comentarios: